Los repelentes de insectos ayudan a proteger a los niños de enfermedades transmitidas por mosquitos como el Dengue, Zika, Chikungunya y Fiebre Amarilla. Para que cumplan su función sin causar problemas en la piel o en la salud, es necesario aplicarlos de la manera correcta y elegir productos adecuados para cada edad.
🛡️ ¿Cómo funcionan los repelentes?
Los repelentes son sustancias químicas que, por su olor o composición, mantienen alejados a los insectos sin matarlos. Se presentan en diferentes formatos como lociones, cremas y sprays, y su principio activo se deposita sobre la piel, creando una barrera protectora.
👶 ¿A partir de qué edad se pueden usar?
🚼 Menores de 2 meses: ❌ No se recomienda el uso de repelentes.
👶 Desde los 2 meses: ✅ Se pueden usar repelentes con DEET (máx. 30%) o Icaridina (20%).
⚠️ La citronella no es recomendable, ya que es menos efectiva y no ofrece la protección necesaria en el contexto epidemiológico actual.
📌 Uso seguro del repelente en niños
Para evitar efectos adversos, es fundamental seguir estas recomendaciones:
✔ Revisar siempre la etiqueta y asegurarse de que la concentración de DEET no supere el 30%.
✔ Seguir las instrucciones del envase según la edad del niño.
✔ No aplicar en heridas, cortaduras o piel irritada.
✔ Si es en spray, no aplicarlo directamente sobre la piel. Primero, colocar el producto en la mano y luego esparcirlo.
✔ Evitar el contacto con los ojos y la boca.
✔ No aplicar repelente en las manos de los niños, ya que podrían llevarlas a la boca o frotarse los ojos. Un adulto debe encargarse de la aplicación.
✔ Orden correcto de aplicación:
1️⃣ Primero, aplicar protector solar.
2️⃣ Esperar 30 minutos.
3️⃣ Luego, colocar el repelente.
✔ No rociar productos con DEET directamente en la cara. En su lugar, rociar en las manos y luego frotar cuidadosamente en el rostro, evitando los ojos y la boca.
✔ No usar insecticidas de hogar y plantas sobre la piel o la ropa, ya que son altamente tóxicos.